Vania Uría Blanco
Mi nombre es Vania, nací el año 1991, estudié Naturopatía, terapias complementarias en Santiago de Chile y actualmente me encuentro realizando mis exámenes de grado finales de odontología en Bolivia, para luego regresar a Santiago, para mí los temas “ovni”, “paranormales” “metafísicos” y “espirituales” fueron bastante normales a medida que iba creciendo, pues mis padres participaban de grupos de meditación y contacto extraterrestre, así que tuve acceso a información poco convencional que me ayudó a entender ciertos temas, pese a esa información necesité de algunos detonantes en mi vida para poder sentir el peso de la responsabilidad por hacer algo para ayudar a tener un mejor planeta.
El año 2012, tuve mi primer detonante en el lago Titicaca, Bolivia, en un retiro de meditación con gente maravillosa, donde comprendí mi responsabilidad con la idea de aportar al crecimiento y evolución humana, así que no podía ser la misma personas después de todo lo vivido ahí…
Desde esa fecha me dedique a investigar de manera más seria, todo aquello que me fue entregado en mi crianza, sumado a las nuevas experiencias que fui teniendo en grupos de meditación y contacto llevándome a comprender la importancia y responsabilidad del manejo de información y de ponernos a “hacer” algo, siguiendo el orden del papel que elegimos para llevar a cabo nuestras funciones, así como la importancia del equilibrio mental y sensitivo para poder llevar a cabo estas funciones.
Posteriormente en el año 2015 en un retiro espiritual en el Cajón del Maipo, Chile, tuve una de las experiencias más importantes de mi vida en una meditación, experiencia que me hizo comprender parte de la misión de mi vida en este plano y una vez más comprender que tengo un compromiso con nuestro hogar de ahora llamado “tierra” y conmigo misma. Dicha experiencia, sumada a la información que fui recopilando, más las experiencias en grupos de meditación y contacto hicieron que el día de hoy esté involucrada en esta página web, junto a un equipo de amigos con intereses comunes y ganas de hacer algo diferente.
Me gustaría concluir mencionando que después de múltiples experiencias e investigaciones (que no considero que sean bastantes), he llegado a la conclusión de que el mundo que buscamos, aquel mundo MEJOR depende netamente de nosotros, y esto no es algo fácil, pues debemos esforzarnos por ser la mejor versión de nosotros mismos, ya que solo así seremos personas que generaremos cambios en su entorno, en la familia, en las relaciones afectivas, amistosas, etc. Por lo tanto no podemos pedir un mejor entorno si nosotros no le damos lo mejor de nosotros a nuestro entorno, y ojo que este concepto también involucra nuestra tierra, es decir nuestro planeta. Puede que no suene fácil, y de hecho a veces no lo es, pero no hay satisfacción más grande y sensación más hermosa que la de ser un aporte positivo desde donde sea que este nuestro lugar de experiencia humana.
“El mundo que hemos creado es un proceso de nuestro pensamiento. No se puede cambiar, sin cambiar nuestra forma de pensar”. A. Einstein
“El amor es la fuerza más humilde, pero la más poderosa de que dispone el mundo” Mahatma Gandhi