Los aspectos negativos y vicios del contacto

Objetivo: Quiero dejar en claro que la intención de este profundo artículo, en el cual, se verá este tipo de experiencias desde un punto de vista crítico, no es demagógico o impositivo; sino un análisis amplio que, nos permita ir sacando cuentas sobre muchos años de experiencia en este campo, y corregir potenciales errores que estemos o hayamos cometido.
Escenario actual
Para todos de quienes participamos de alguna actividad de contacto, puede parecernos un acto de lo más relevante y definitorio en nuestras vidas, sin embargo, debemos ser conscientes que existe una enorme cantidad de personas que ignoran estas experiencias, por ende, no se les puede calificar de forma peyorativa por el desconocimiento o el desinterés por el mismo.
Desde que estas experiencias comenzaron, –y podemos remitirnos a los antiguos chamanes o sacerdotes de antaño—fueron de una enorme responsabilidad a diferencia de la actualidad, donde parece ser más un entretenimiento. No, no me refiero a quienes participan en talleres o se informan mediante Redes Sociales (RR.SS.), sino que a los difusores en estas plataformas.
Muchos de los artículos que hemos publicado, han requerido semanas o meses de investigación, y procesamiento de las experiencias que afirmamos haber vivido. Y eso no nos excluye del error, muy por el contrario, existe una enorme posibilidad que, por nuestros sesgos, la información per se, esté alterada y, por lo tanto, no se transmita de forma realmente objetiva.
En esta era de la inmediatez, no es una práctica generalizada, muy por el contrario, es evidente la negligencia en la difusión de estas informaciones por parte de muchos «contactados». Todavía estoy esperando al año del contacto. Sugestionados por los mensajes del brasileño Chico Xavier, muchos difusores afirmaban que llegaría el dos mil diecinueve, pero parece que terminó siendo un «error» similar al año dos mil doce, pues a chico lo mal interpretaron igualmente (imagen 2). O en el dos mil dieciocho, cuando cerraron los observatorios solares de la red AURA (imagen 3) —¡Hasta algunos investigadores tergiversaron la noticia! — Se insinuó que habría un incidente OVNI asociado a este cierre y que fue en todas las instalaciones de la red—corroboré que era erróneo.


Otro fenómeno en constante y peligroso ascenso, son las reuniones masivas para abrir portales y/o liberar a supuestas entidades encerradas en lugares de gran importancia en términos energéticos, usando «fechas claves» del calendario gregoriano, disque por un gesto de perdón y fraternidad con estos entes, en total ignorancia—espero—, de las razones por las cuales estos seres estarían prisioneros.
Si lo llevásemos al ámbito más humano, toda esta práctica sería similar a abrir una cárcel y las celdas de los reos ¿Tendríamos control de qué o a quienes estamos liberando y de los actos consecuentes posterior a dicha libertad?
NOTA: si hasta ahora este artículo le resulta chocante, o siente que se está incurriendo en actitudes soberbias, puede cerrar el mismo, pero advierto, cuando era más joven yo pensaba que en el dos mil doce el mundo se iba a transformar—menudo error y negligencia personal, debí haberme informado y no dejar todo al espacio de las creencias. No es una crítica despiadada, sino que, una autocrítica igualmente.

¿Con qué o quiénes estamos contactando?
Desde que iniciaron los programas contemporáneos de contacto, a finales de la década del cuarenta, se han establecido muchas reglas o protocolos, una suerte de manual antropológico para mantener un nexo inocuo con nosotros. Sin embargo, al revisar los años transcurridos de esta interacción, se puede verificar que han existido algunas variaciones o adaptaciones, presumiblemente, ajustadas al contexto histórico o a la variedad cultural de los testigos. A pesar de todo, este contacto siempre ha sido afable y muy respetuoso.
Además, estas experiencias se han enfocado principalmente en la entrega de informaciones, siempre, corroborables.
Los encuentros físicos, –amistosos— se realizan para que el testigo tenga la posibilidad de entregar testimonio de dicho suceso, no obstante, el foco siempre ha estado en los datos que podrían ser considerados más delicados y, que el individuo, probablemente contamine con sus patrones mentales.
Sin lugar a duda, nuestro mundo es y ha sido visitado por una innumerable cantidad de seres de otras realidades con variadas intenciones, podríamos calificarlo de forma global en tres: afables, hostiles y neutrales con el ser humano.
Al menos, con quienes afirmamos tener cierto tipo de interacción—de carácter amistoso—, han afirmado que existe una suerte de fase neutral la que debería decrecer, empero, aseguran que habrá modificaciones en sus protocolos –algo que trataremos en un futuro artículo—.
Podemos adelantar que las modificaciones están puntualizadas precisamente en las interacciones físicas o visuales en terreno. Según hemos podido corroborar en el campo, con otros equipos, y testigos, las experiencias ahora son puntuales y escuetas. Esto se estaría realizando para no generar una dependencia que tenga al grupo más preocupado del cielo que de las prácticas en desarrollo, entre otras razones globales.
Bien. Ahora, es bueno tratar con aquellas civilizaciones con una agenda «hostil» a nuestra especie. Ciertamente, es complejo contraargumentar sus motivaciones. Estas entidades afirman que los humanos ponemos en riesgo la posición de todos los seres en el cosmos, pues somos considerados peligrosos e impredecibles.
Dentro de sus procedimientos procuran: desinformar, dividir, o crear ciertos contextos que imposibiliten nuestro desarrollo; esto lo ejercen por medio de personas de gran influencia y usando plataformas masivas de comunicación.
Referente a estos últimos, se debe saber separar el trigo de la paja, y ser altamente criteriosos, pues de los seres con visiones no afables con el ser humano, se dice mucho en las RR.SS. que deben ser puestas en cuestionamiento de inmediato. Se debe hacer la diferencia entre la realidad y la ficción, y la internet es un medio sin filtro.
Pero ¿Qué hay de una tercera facción? Tuve la posibilidad de charlar sobre una serie de temas con amigos. En la conversación, surgió una supuesta información en la cual, uno de ellos insinuaba la existencia y presencia de otros grupos E.T. neutrales en nuestro mundo. No es descabellado, pero ciertamente jamás había oído hablar de ellos.
La fase neutral, iniciada el dos mil veinte, aseguraba que ninguno de los dos primeros grupos polarmente opuestos, podían inmiscuirse en asuntos humanos. Pero ¿Y las observaciones OVNI que están surgiendo en las RR.SS. desde aquella fecha? Nota aparte los objetos plenamente identificables, que son de amplio porcentaje difundido en estas plataformas, pero hay otros que no. ¿Acaso nos mintieron? ¿Un resquicio legal en su protocolo neutral? ¿O son otros seres?

Sabemos que, desde nuestro origen, todo indicaría que el ser humano ha sido permanentemente visitado por seres de otros mundos—asumiendo la realidad de la hipótesis extraterrestre en el fenómeno OVNI—, y estas incursiones han sido de una amplia diversidad tanto de los seres como en sus intenciones.
Hoy, se ha seteado la idea que solo existen dos polaridades, empero, podrían existir otras facciones con distintas agendas, neutrales con el ser humano, pero definitorias en cuanto a la inclinación de la balanza. Seres neutrales, atendiendo a nuestro comportamiento, podrían adquirir posturas que bien podrían ser hostiles. Los argumentos sobrarían.
Entonces ¿Qué objetos voladores han sido fotografiados o vídeo grabados desde el dos mil veinte hasta ahora?
Haciendo una analogía ¿Qué posibilidades hay de ver un soldado en un cuartel? Está muy claro que, al ir a zonas de poder las posibilidades de avistar objetos anómalos provenientes de este y otros mundos son muy altas. Además, es muy probable que hayan sido estos seres que obedecen a otras agendas y que solo se aproximaran en un acto de observación.
Bien aclarado este punto ¿Y los mensajes que son apoyados con avistamientos en áreas de poder en el planeta?
Muchos de los vídeos que he visto corresponden a objetos plenamente identificables. La mayoría, captados entre las 20:00 – 22:00 horas, que son las de mayor frecuencia en los avistamientos de satélites u otros objetos de origen humano, por la inclinación de la tierra con respecto al sol.
El avistamiento en cuestión, en el caso de no haber sido advertido previamente, con fecha y hora, no corresponde necesariamente a una corroboración de un mensaje, pues ¿El avistamiento está confirmando todo el mensaje? ¿Solo una parte? ¿Cuál parte? Acaso ¿Sería una muestra de apoyo? ¿Serán esos seres neutrales anteriormente descritos?
¿Se dan cuenta lo fácil que sería recibir un disparate, para luego darle crédito solo con un avistamiento en un lugar de poder?
Que nos desenvolvamos en un ámbito espiritual, no debería ser sinónimo de volvernos crédulos de todo lo que tenga esa calificación.
Al margen, con distintas y precisas preguntas, es muy sencillo disipar todo este humo, pues como una vez oí: «La más suave briza es capaz de disipar el humo más denso».
En síntesis, un mensaje apoyado con un avistamiento no necesariamente es una confirmación de este, sobre todo, si no fue anunciado con precisión. Además, es muy importante analizar línea a línea las anotaciones, pues muchas son repeticiones de viejos mensajes—he leído decena de veces «falta poco para el anhelado encuentro», no creo que sea necesario repetir infinidad de veces lo mismo.
Las supuestas comunicaciones carecen de datos –nuevos o complementarios—corroborables, solo son repeticiones oníricas y casi delirantes. Es bueno discernir en todo esto. Criticar este fenómeno no nos vuelve en negativos o criticones, nos hace poner los pies en la tierra y evitar caer en peligrosos desvaríos.

Los vicios conjugados con la ignorancia
Entramos en un tema delicado.
Probablemente, previo la llegada del año dos mil, se acrecentaron grupos o individuos con el objetivo de satisfacer una necesidad espiritual de una amplia masa de personas, ya sea por simple carencia o el alejamiento desde aquellas instituciones religiosas que, debían entregar herramientas para el desarrollo de tal espiritualidad.
Todo esto parecía ser bastante benigno e inocente, sin embargo, este ofrecimiento no solo quedó ahí, sino que surgieron una serie de gurúes con posturas bastante extrañas, jocosas; solo podían arrancarte una sonrisa o carcajada, pero el asunto se comenzó a volver complejo.
Solo basta mezclar una necesidad espiritual, un líder carismático con verdaderos delirios mesiánicos o un estafador, el sensual dinero fácil, y prácticas de lo más cuestionables. Desde los suicidios en masa, hasta actos que pueden resultar de lo más ridículos; u otras actividades que, en términos esotéricos, no serían del todo aconsejables. Todo esto, es una combinación amenazante en muchos ámbitos.
Por lo tanto, algo que resultaba bastante inocuo, termina siendo un asunto en extremo enlodado, turbio y hasta peligroso—por poner algunos conceptos.
Según algunos estudiosos, el ser humano tendría ciertas facultades psíquicas poco desarrolladas. Podríamos citar el proyecto MK-Ultra de los Estados Unidos, el cual exploró nuestras facultades extrasensoriales para manipularlas y explotarlas. De ser cierta esta capacidad humana, algunas prácticas esotéricas ¿Serán realmente inofensivas? Tengo mis dudas.
El problema es que variados gurúes, contactados, algunos terapeutas holísticos, supuestos «índigos», presuntos reencarnados de civilizaciones perdidas, etc., han estado haciendo llamados masivos para abrir portales en ciertas fechas erróneamente «claves», y en algunos casos, liberar supuestos prisioneros mediante el perdón, ensalzado en el amor y compasión con otros seres. Suponiendo que realmente existan encarcelados de algún tipo ¿Sería aconsejable liberarlos? ¿Ustedes liberarían asesinos en masa y violadores, por un acto de amor y compasión? Lo dudo.
Según los grupos de contacto, mediante el conocido Plan Cósmico narran que, en nuestra historia muchas transgresiones fueron desarrolladas, teniendo como epicentro al ser humano. Entonces, un grupo de viajeros del tiempo y el espacio, afables con el homo sapiens, sometieron a dicho colectivo transgresor, encerrándolos en ciertos lugares del planeta. Todo esto también puede ser ubicado en textos sagrados o en viejas leyendas.
Desde que iniciaron los programas de contacto, ha sido deber de todos quienes las hemos experimentado, comprender que esto no es una afición, ni menos un nicho para explotarlo económicamente, tampoco un espacio para cultivar la egolatría. Cada vivencia es y ha sido muy real, a tal punto que, cuando escarbamos en estas viejas historias estamos tratando con una verdad casi tangible.
Entonces ¿Por qué se toma tan a la ligera cada información entregada por estos cosmonautas?
Probablemente, la falta de sustento físico ha cimentado un escenario mucho más abstracto de las informaciones que nos han entregado estos entes. O probablemente, estos mismos inescrupulosos líderes, han insertado la premisa que no es necesaria ninguna confirmación, llevando todo al espacio de la fe. Esto último muy peligroso pues se puede volver fanatismo muy conveniente para estos charlatanes.
Tampoco podemos olvidar que, estos mismos seres han sugerido dudar de cada supuesta información entregada, motivando a investigar, contrastar, y tratarlas con mucho cuidado.
Me resulta muy extraño conocer las experiencias de supuestos contactados –y digo supuestos, porque se debe dudar siempre—que reciben pseudo informaciones; extremadamente inconsistentes, repeticiones de viejos mensajes, datos carentes de toda verificación, o extraídos de textos variados; apelando al positivismo barato, bañado de una excesiva semántica amorosa, para ganar adeptos como si esto diera autenticidad a dichas informaciones; para luego solo publicarlas y darlas por ciertas.
Esto último un problema, sobre todo, considerando que, en la actualidad, el estatus o credibilidad de una persona está definida por cuantos seguidores tiene. Es un fenómeno social peligroso.
Entonces, no es extraño percatarse de estas pésimas prácticas, pues el objetivo estaría centrado particularmente en conseguir el like de turno, ganar adeptos, y cobrar importantes sumas de dinero discordante al esfuerzo empleado, sin olvidar el estatus quo del gurú. Y ni hablar de aquellos que no están bien en términos mentales.


Autocrítica
Tal como he narrado, esto lleva muchos años, pero parece que ha aumentado en directa proporción al uso de las RR.SS., y los momentos convulsionados de estos años. Parece que muchas de estas personas se han vuelto influencers.
Y esto ha sucedido en las narices de varios quienes hemos defendido la rigurosidad de los datos que afirmamos haber recibido.
Tenemos una responsabilidad que no podemos seguir eludiendo, solo por ahorrarnos un lío que dañe nuestra «imagen», pues al permitirlo, sin marcar una posición clara y consistente, estamos siendo cómplices de estos «estafadores esotéricos»—y me tomo la libertad de ponerles un pseudónimo, pues engañan a personas con supuestos mensajes que son sacados de otras fuentes o irreales, y muestra de esto, está en la incapacidad de sustentarlas o contrastarlas de buena manera; y se aprovechan de una necesidad espiritual—.
También deberíamos ser mejores cuestionadores. Usar recursos semánticos solo para adornar pseudo mensajes, no es suficiente para marcar la autenticidad de estos. Acá no debería primar el «me resuena» porque esto es un acto de fe y sabemos lo peligroso que es. Que algo te resuene no es sinónimo que sea cierto, y ni hablar de la intuición, pues he visto con frecuencia la confusión de este término con los arranques emocionales, son casi imposibles de diferenciar.
El comunicador NO puede molestarse por recibir un cuestionamiento sobre los datos aportados, muy por el contrario, es muy probable que exista algún bache en su información—excusa perfecta para trabajar en su investigación—o aceptar que todo pudiera ser un desvarío. Somos humanos y podemos errar.
Nos hemos equivocado y es altamente probable que así vuelva a suceder. Cuando acontezca lo aceptaremos y corregiremos.
El llamado es a cuestionarlo todo y no solo lo que me moleste, o se contraponga a mis creencias. No puedo evitar recordar las cinco reglas sencillas:
- Cuestionar la autoridad. Ninguna idea es cierta sólo porque alguien lo diga, incluyéndome a mí. Pensar por uno mismo. Cuestionarse a uno mismo.
- No creer algo sólo porque queramos hacerlo. Creer en algo no lo convierte en realidad.
- Demostrar las ideas con pruebas obtenidas a través de la observación y la experimentación. Si una idea no pasa un experimento bien diseñado, es errónea, aceptémoslo.
- Seguir las pruebas, allá donde nos lleven. En caso de no tener pruebas, reservarnos los juicios.
Y quizás, la norma más importante de todas.
- Recordar que uno puede estar equivocado. Incluso los mejores en todas las áreas se han equivocado en algunas cosas.
Puede ser que todas estas líneas cuestionen la buena intención de: «lo que nos una y no lo que nos separe», pero hay asuntos que rozan la responsabilidad individual—y esto a título personal—no voy a esquivar dichas obligaciones, aunque me significara perder una imagen conciliadora. Abiertamente discrepo y critico sin dudar estos vicios. Es ser coherente, aunque esté equivocado.
Desde el principio nos comprometimos a investigar con la mayor rigurosidad posible, aunque erremos, siempre lo haremos. Tratar de ser neutrales según el tema lo permita. Nunca imponer una visión pues cada uno toma lo que esté publicado y hará su propio juicio, con la posibilidad de mejorar dicha investigación. Por eso publicamos, queremos que se revise, no deseamos ser populares o referentes de nada, se debe estar mal de la cabeza para añorar algo así.
Es la intención original y no será mutada, aunque perdamos un nicho potencial para generar recursos de forma fácil o que desperdiciemos la oportunidad para volvernos más «populares». Esto no es un juego y lo hemos entendido.
La existencia de estos vicios en las experiencias contactistas o de corte esotéricas, es de nuestra directa responsabilidad, pues, estos estafadores existen porque les damos el espacio para que subsistan. Podríamos erróneamente pensar que esto es una guerra de egos, sin embargo, es otra cosa. Hay asuntos en juego, y ciertos entes que pueden provocar que la balanza se incline en nuestra contra e imagino que, el lector no desea que esto suceda, ¿no?
Entonces ¿Qué hacemos? ¿Aceptamos todo solo porque cubre una necesidad espiritual? ¿Dejamos nuestro progreso espiritual en manos de cualquiera? ¿Creemos en cualquier contactado solo porque nos resuena lo que dice?
O podemos asumir la responsabilidad de nuestro propio desarrollo e información, siendo coherentes, disciplinados, exigentes, críticos, cuidadosos y, sobre todo, responsables con cada cosa que consumimos y difundimos, no podemos ser parte de este vicio ¿No lo creen?
Recuerdo un fragmento de un supuesto contacto, muy coherente que les comparto:
«(…) comprométanse con su propia experiencia, no intenten vivir la experiencia de otro, o a través de otra persona…»
Godar
Para finalizar, no es bueno ni útil abrir portales en ningún sitio, sobre todo si usted mismo es un portal de cocreación de realidades. Póngase en marcha y concrete dicha posibilidad. Si va a meditar masivamente irradiando un evento adverso en una fecha cualquiera, hágalo, es bueno.
Los centros o llamados nodos de poder no necesitan ser abiertos, pues el cosmos los habilita en un acto natural. Entonces ¿Para qué ir a estos lugares? Pues simplemente a activar sus propios nodos internos, su red neuronal, sus facultades y recuerdos; siempre y cuando vaya en una frecuencia equivalente a dicho lugar. De no ser así jamás se va a sincronizar con estos sitios.
Pero lo que es más importante de todo, sea una buena persona, gentil, correcto, humilde; sin importar que papel le toque desempeñar, asúmalo con la mayor generosidad, entereza y dicha. Esto es lo único que importa al final del día. Lo demás, es solo marketing espiritual, –no olvide—alguien está atento y esperando para venderle espiritualidad exprés, de nosotros depende—como siempre.
«Es posible que las cosas que estoy diciendo ahora sean oscuras, pero se aclararán en el lugar que les corresponde»
Nicolás Copérmico.