La Hermandad de la Mano Roja: 3 Años de Investigación.

Este artículo tiene por objetivo, revisar una vez más, los hechos que nos han sumido en esta fascinante historia continental que, parece haber sido olvidada. Pero en esta ocasión, desde la vivencia misma, dejando por un rato los datos duros.
Para nadie resulta sorpresivo, luego de revisar la historia de los pueblos precolombinos, notar que existen vacíos en el desarrollo de estas culturas. Extrapolándolo a las grandes civilizaciones, nadie puede responder por qué construían estructuras piramidales, tenían grandes conocimientos de astronomía, poseían leyendas tan similares, etc.
Tal vez, para comprender esto deberíamos retornar al inicio del poblamiento de América que, dicho sea de paso, es una verdadera incógnita. Todos dábamos por hecho la Teoría de Clovis, hasta que surgieron otras investigaciones que echaron por tierra dicha teoría. Símbolo es el descubrimiento de Monte Verde en la Región de los Lagos en Chile.
Entonces ¿Cómo ir hacia atrás?
Probablemente, el único modo sea a través de los nativos americanos, aquellos que en otrora fueron cazados por nuestra “civilización”, o marginados por nuestra “cultura”. Es cierto que aún quedan sobrevivientes, pero son muy pocos y algunos han sido muy impactados por nuestra sociedad. Todo esto ha provocado que mucha de su cosmovisión esté perdida…
Este panorama solo nos conduce a un sitio: los antiguos vestigios nativos.
Muchos lugares de nuestro continente han despertado el interés de los más ortodoxos estudiosos, y también a los más aficionados –como este humilde servidor—, los cuales hemos quedado perplejos ante sitios con una infinidad de pictogramas. Dos sitios que encajan perfectamente en esta descripción son: La Capilla Sixtina del Amazonas o El Valle del Río Loa. Este último, uno de los pocos –o tal vez el único— con pictografías inspiradas en observaciones astronómicas.

De lo concreto a lo sutil
Es acá donde todo se enreda, pues como hace tiempo estamos difundiendo, hemos experimentado ciertas interacciones con entidades, que dicen provenir de otras realidades. “Ellos” nos han inspirado a visitar lugares, como los antes señalados, para recordar nuestros orígenes.
¿Cómo se logra algo así?
Es complejo. Para un estudioso negacionista, no importa lo que podamos argumentar, siempre será pensamiento mágico, sin embargo, dichas corroboraciones para estudiosos con “escepticismo sano”, terminan siendo historias interesantes y dignas de investigar. Siempre con mesura.
Según estas criaturas, al acceder a estos sitios con una mente analítica, equilibrada, abierta, racional en directa proporción con un corazón receptivo, bien intencionado, con emociones en perfecta armonía, y físicamente en estado óptimo; se podría conectar con antiguas memorias dejadas en el lugar.
En áreas esotéricas o parasicológicas, se entiende que, ciertos objetos y lugares tienden a absorber nuestra “energía” o carácter. Por eso, luego de trascender (morir), estos sitios experimentan fenómenos paranormales ligados a dicha “vibración”. Esto siempre viéndolo con equilibrio y prudencia.
Entonces, es probable que los sitios arqueológicos tengan impregnada la esencia de los nativos que plasmaron petroglifos o pictogramas.
De la descripción anterior, sobre el estado del visitante: ¿Es una regla de oro? No del todo. Es variable y complejo de explicar, pues por conocimiento de causa, no siempre hemos llegado de forma “perfecta” a estas áreas, sin embargo, cosas han sucedido igualmente. No hay mayor explicación, aunque lo hemos intentado.
Cada vez que visitamos estos lugares, las luces pulsantes asíncronas, en horarios cercanos a la media noche; han hecho presencia. En variadas oportunidades lo han anunciado horas antes, tal como en Chile Chico el 2019.

En todos estos viajes, hemos podido traer información sobre sucesos ocurridos en nuestro continente. Estos serían el guión perfecto para filmes de ciencia ficción, y lo más impresionante es cuando corroboramos mediante la investigación su veracidad.
Como alguien pudo haber omitido, hemos tenido que acceder a mucha bibliografía y apreciaciones de investigadores (arqueólogos). No somos expertos y debemos comprender el panorama completo. Esto no es recepción de mensajes y luego difusión inmediata, como lo hacen muchos “investigadores” de redes sociales. Antes hay una rigurosa investigación desde el marco teórico, finalmente una revisión y confrontación interna antes de difundir.
Es por todo esto que tardamos tanto en publicar informaciones que “ellos” han transmitido y su debida investigación. Fácil sería difundir de forma irresponsable, sin corroborar, disfrazada de la buena intención o recursos retóricos que, llaman y seducen a los amantes del positivismo de tendencias esotéricas actuales.
Con tristeza hemos visto frecuentemente esto, obligándonos a no dejar baches—o al menos los menos posibles—. Siempre hay un oportunista que vive de estas cosas, esperando dicho vacío para contaminarlo con su visión personal, ensuciando el real mensaje. O en otros casos simplemente la búsqueda del like fácil de la red social de turno. Y ni hablar de los difamadores esperando atentos a que tropieces. No podemos perder la perspectiva y el equilibrio.
¿Para qué saber todo esto?
Primeramente, estas entidades han transmitido que el contacto es con nosotros. Esto es sabido desde hace décadas, no es nuevo.
¿Cómo contactamos con nosotros si no conocemos nuestro origen?
Muchos practicantes de distintas corrientes espirituales podrían citar el ejemplo de la serie animada llamada: “Angel, La Niña de las Flores” de la década de los 80’. Esto para explicar que no necesitas emprender un largo viaje (exterior) para encontrar un objetivo, pues esto siempre estuvo en tu hogar (interior).
Es muy cierto, pero objetivamente la protagonista jamás hubiera encontrado “La flor de los Siete Colores” sin emprender dicho viaje, y como consecuencia final jamás se enteraría de su verdadera historia. Sumado a esto, el recorrido mismo le dio la oportunidad de ir trabajando distintos aspectos de sí misma. Una carrera no es desde la partida directo a la meta, hay un recorrido y distintas etapas en dicho desplazamiento. El proceso para llegar al objetivo es vital.
Existe un diagrama muy interesante que se conoce como “El viaje de un Héroe”, este es usado en múltiples historias llevadas al cine. Célebre es la epopeya de Bilbo Baggins en el libro y pelicula El Hobbit, el fiel reflejo de este diagrama. Sin realizar su periplo, nunca hubiera logrado esa conciencia de sí mismo.


Como estos seres dicen:
«No podrán saber dónde están, si no conocen su pasado, ni mucho menos a dónde irán…»
Y el descubrimiento de tu pasado, no se logrará íntegramente solo haciendo una hipnosis regresiva o lectura de registros akáshicos. Estas prácticas te ayudarán a entender cosas, mas no a comprenderlas. No se puede confundir el entendimiento con la comprensión. Ambas se complementan, pero esta última es la internalización de lo entendido, actuando en consecuencia. Necesitas moverte. El movimiento es clave.
Esto es lo que ha motivado nuestros tres viajes, incluyendo la salida para apoyar a otro grupo, enviando buenos deseos y éxito en su investigación. No es salir a buscar lo que debe estar en nuestro interior, esto último es una consecuencia del autodescubrimiento mientras se recorre un largo trecho. Entre cuatro paredes no se va a lograr, aunque a tu ego le duela.
Para finalizar, es bueno recordar una recepción de una querida amiga, –guardaré su identidad por respeto y cuidado—, la cual decía:
«La historia será descubierta en cuevas y bibliotecas».
Cuanta verdad había en esa “muy probable” recepción. Esto es solo la punta del iceberg y somos el producto de dicha historia. Todo esto nos acompaña ahora mismo, en nuestra genética. Viejas memorias ven a través de nuestros ojos qué haremos de cara a un futuro que, puede ser la perfecta utopía o una triste distopia. De nosotros depende, es momento de emprender el viaje.
Chaltén nos espera para leer un capítulo más. Prometemos nuestra máxima rigurosidad y transparencia. Esto es para todos, es nuestro único interés, es lo que nos mueve… Esto lo escribiremos entre todos.
