Investigación Hermandad de la Mano Roja Argentina

Es difícil a veces traspasar las sensaciones que se viven al investigar estas zonas ligadas a nuestros ancestros, lugares sagrados para ellos y que ahora estamos comenzando a conectar con estos tiempos, y por sobre todo comprender esa conexión con la madre tierra que ellos tenían.

Esta historia que recién estamos comenzando a escribir, parte en un trabajo de investigación en la zona de Cerro Colorado ubicado en la Provincia de Córdoba, Argentina. Un trabajo que se inició por la intuición de mi pareja, Lorena, acompañada de una visualización en el lugar, cuya existencia fue posteriormente corroborada a través de Google Maps. Decidí acompañarla en el camino que no fue fácil en su comienzo. Tuvimos el apoyo de “ellos“ en forma presencial y a través de mensajes telepáticos. Sin embargo, no buscamos en esto el fenómeno o lo externo, sino más bien, nuestra intención ha sido la de descubrir lo guardado por años en estas zonas. Cerro Colorado fue un lugar sagrado por la etnia comúnmente conocida como “Comechingones”, mal llamada así, porque su verdadero nombre era “Los Henia- Kamiare”.

En esta zona se encuentra la más grande muestra de pinturas rupestres de Argentina. En sus aleros ellos dejaron testimonio de su paso por estas tierras. En ellos se pueden encontrar desde figuras animales hasta otras muy relacionadas al chamanismo, y estas últimas son las que nos han llevado a descubrir que esta zona fue un lugar de iniciación para esta etnia; la zona fue muy respetada por ellos.

Nuestro trabajo nos ha permitido conocer más de ellos y de Cerro Colorado, llegando a sentirnos también parte del lugar, sentimos que es una zona mágica, con algo muy especial en el ambiente y, el mismo hecho de sentirnos parte, nos lleva también a cuidarlo.

Hago esta pequeña introducción para que se entiendan un poco las siguientes líneas: esto es sólo el comienzo de un viaje lleno de hermosas experiencias y que nos ha permitido ir descubriendo poco a poco lo importante que ha sido la relación de nuestros ancestros con el Planeta. Estos mal llamados indígenas poseían un conocimiento profundo sobre la mantención del equilibrio ecológico y energético de nuestra madre Tierra, un conocimiento que incluso supera al actual. Nuestra investigación nos está haciendo recordar y reconectar ese conocimiento ancestral con la actual época.

Al comenzar nuestros trabajos en Cerro Colorado se abrieron las puertas para conocer otros lugares y también para conectar con amigos de otros países que están en la misma línea de investigación, es así, que a través de una invitación de nuestros amigo de la Iniciativa de Chajnantor de Chile, nos permitió conocer la zona de Cueva de Manos de Santa Cruz, al sur de Argentina, el Paredón de Manos de Villa Cerro Castillo y la laguna del mismo nombre, lugares maravillosos y mágicos. Es increíble como al recorrer este camino de una manera honesta, sin buscar nada a cambio, por nuestros propios méritos, las zonas van entregando parte de su información, a nivel sutil pero conectados con el corazón es como hemos ido descubriendo que gran parte de la información es para estos tiempos, sabiduría escondida para ayudar a esta humanidad a encontrar el camino de equilibrio con el planeta en consciencia.

Nuestros ancestros conocían esta sabiduría y la custodiaban para que el sincero caminante, con el corazón abierto pudiera acceder a ella.

Este camino nos lleva a conocer otro lugar relacionado a la Gran Hermandad de la Mano Roja, un lugar perdido en el tiempo, custodiado por personas humildes de un gran corazón, esta zona ubicada en la Reserva Nacional Los Colorados, en la provincia de La Rioja , Argentina, nos impactó, pudimos ver los petroglifos relacionados a la Polidactilia, las extrañas formaciones rocosas con figuras que no tienen explicación racional, pero lo más profundo fue sentir la energía del lugar, una energía antigua, chamánica y de una profunda sabiduría, iniciamos este primer acercamiento con esta zona con mucho respeto, con la consciencia de que estos lugares prueban al caminante en su perseverancia para volver una y otra vez a conectar con el lugar y poder recepcionar esta sabiduría que sentimos es tiempo de que sea conocida por todos.

Pienso  en lo personal que es el tiempo en el cual debemos reparar esta conexión que fue destruida, intoxicada por el temor a lo desconocido y la ignorancia, esta conexión que nos une a lo antiguo de una forma más intensa de lo que pensamos. Nuestros ancestros resguardaron esta sabiduría al punto de a veces inmolarse para que no cayera en manos erróneas, es tal la importancia de todo esto que debemos tomar consciencia de que a través de este camino de comunión con el planeta es que podremos hacer los cambios en paz que se necesitan para poder seguir en esta evolución de consciencia, ellos lo sabían, es tiempo de rendirles el homenaje que se merecen, es tiempo de que la verdad salga a la luz.

Autor: Cristian Ramírez